Francia y algo mas...

En un viaje que hize a el pais donde naci, me vi obligado a tener por deber que cruzar Francia, asi entonces podria llegar al lugar de mi destino, el sitio que ya me esperaba con los brazos abiertos, ojala no hubiera estado en esta situacion, un problema y conflicto, al cual me enfrente solo.
Mientras caminaba por la plaza, un aroma, olor diferente al de todos los pateticos humanos a mi alrededor llamo mi atencion, por un segundo pense y crei, al mirarla a los ojos, que ya en ese instante me encontraba perdido, lamentablemente la razon era mia. Me aserque a ella con una sonrisa -Hola, mi nombre es Ethan y tu eres...?- Pregunte extendiendo mi mano para estrechar la suya.

-Kimberly... que lindo nombre- Sonrei bajando la mirada un par de segundos tal vez, mas tarde regrese para observar su rostro una vez mas, y eso era lo unico que deseaba y queria, amarla seria facil como lo simple que era el ciclo de vida, frio y vacio. Pero no estaba seguro de anelar volverme a enamorar.
-Que tierna eres- Rei un poco cruzando mis brazos, parecia que me portaba y comportaba como un maldito niño -No, no soy de por aqui, y tu?- Pregunte tomando su mano que descansaba sobre la bella banca, en una de las plazas Parisinas.

-Estudias?, bueno, eso si que es interesante, e importante, si quieres algun dia ser algo de verdad, en este patetico planeta, lleno de gente y personas que te hieren, eso duele realmente- Dije haciendo de lado la mirada, pero sin dejar su mano un solo segundo, le regale una sonrisa, observando sus ojos, la sangre en su cuerpo me la pedia, pero tenia que controlarme un poco, debia hacerlo, por su bien mas que nada.
Cruze nuestros dedos -Entonces mañana iniciaras tu viaje a America?- Pregunte, si en ese momento hubiera podido sonrojarme, seguramente lo hubiese hecho, estaba totalmente perdido en su vista. No savia por que la necesitaba, me hacia falta tanto, ella era la mayor de mis adicciones, el unico vicio que me encantaba, increible, y no la dejaria largarse, y perderla para siempre.
-Es una lastima, no poder acompañarte hasta el fin del mundo- Susurre.

-Un tiempo, pero sabes algo?, no me arrepiento de este asqueroso viaje, por que despues de todo esto, te conoci a ti, y eso se lo agradecere a quien tenga que hacerlo luego- Sonrei asercandome a ella para besar su mejilla, y antes de de pensarlo dos veces tome su rostro entre mis manos y mordi la parte baja de su labio inferior en una carizia sin nombre digno de si -Disculpame por eso, no tenia o debi que, perdon- Rei un poco.
Creer en el amor era algo tonto, pero por esta niña daria todo lo que era mio, hasta la inmortalidad misma si era necesario.

Todas y cada una de sus palabras me hacian imaginar una vida a su lado, junto a ella, seria el hombre mas feliz en el mundo, el niño mas afortunado del planeta entero, y eso, solo por conocerla, las letras, se borraban de mi mente simplemente, no sabia el por que de ello, no podia hablar, platicar con otro ser seria facil en su totalidad de hecho, las miles de ideas que me rodeaban, dificultaban el expresar lo que sentia y las emociones que nacian dentro de mi pecho, al escucharla.

-Tu podrias iluminar mi camino con tu sonrisa, si tan solo hubiera o existiera una pequeña oportunidad, estoy seguro que la eternidad no me bastaria o seria suficiente para amarte por siempre- Dije mirandola a los ojos y observando las expreciones que se marcaban en su perfecto rostro.

Cuando nuestros dedos formaron de alguna manera, solo una extremidad, parecio que mi corazon muerto, volvia de nuevo a latir otra vez, regrese la mirada a sus ojos azul oscuro, aserque su rostro al mio, sin dejarla un momento o instante y la bese, pero con mas necesidad que antes, ella me hacia falta, y lo aria siempre, asi que ya no podia dejarme estar sin su aliento un minuto mas.

-De verdad y realmente estarias segura?- Pregunte sincero de querer amarla la inmortalidad misma de ser posible, aprete fuertemente su mano, para acariziar su mejilla con mis labios.

Sonrei friamente, bajando la vista, que extraño y raro sentimiento era este?, la verdad no sabia como explicarlo, una emocion unica, por primera vez en mi vida inmortal, tenia miedo, no deseaba dejarla un segundo, y perderla, su aroma, ese olor, me asesinaba, su sangre, simplemente me provocaba una sed que no debia mostrarle, ese lado de mi, no era lo mejor para el momento, si lo que queria realmente era estar junto a ella.
-Entonces, vamos a darnos un tiempo, no se que es lo que pasa conmigo Kimberly, disculpa, perdoname por ser un niño tonto- Dije levantandome de la banca.
-Este maldito amor no puede ser- Susurre.