Todos Encontramos Un Nuevo Inicio. [Invitados].

Bajé la escalera de casa, los invitados habían comenzado a
llegar, los murmullos podían escucharse por todos lados, eso me
daba tranquilidad a mi, así que comenzé a circular entre los presentes
dandoles la bienvenida y agardeciendo su presencia en casa
buscando hacerles confortable la estancia, todo era poco para
aquellos que estaba dispuestos a luchar de nuestro lado

Divisé la casa a lo lejos y una ola de tranquilidad me invadió: aun estaba en pie y por los murmullos que oiga seguramente había gente allí. Me había estado atormentando el hecho de que en mi ausencia pasara algo… que atacaran cuando yo no estaba.

Desvié mi camino para dirigirme a la cabañita que nos había regalado Esme, solté las maletas y cambie mi ropa por una un poco más normal y limpia, si Alice llegara a verme en la ropa con la que estaba, aunque estuviéramos a punto de una guerra, me mataría. Solté mi cabello y decidí ir al Jardín.

Primero salude a los invitados que eran muchos. Algo que de inmediato hizo que apareciera en mi cara una sonrisa, mi familia había tenido muchísima más suerte que yo. Luego fui hasta donde se hallaban Carlisle y Jasper – He vuelto aunque no con tan buenas noticias Vladimir, Stefan y Louis no asistirán. Aunque todos te mandan saludos Carlisle, a ti y a la familia - Agregué con una sonrisa un poco caída a lo que mi suegro me respondió colocando su mano en mi hombro como buscando darme animo.

Observe entre la multitud, Edward aun no llegaba sin embargo mi Renesmee se hallaba a uno de los lados del Jardín junto con Seth. Una sonrisa instantánea cruzó mi rostro. Mi pequeña estaba bien… Sin pensarlo dos veces me dirigí a ella

- Renesmee… - toqué su hombro al momento en que pronunciaba su nombre. Sus grandes ojos achocolatados, que se me hacían tan familiares, se encontraron por un segundo con los míos antes de abalanzarse encima mío en un abrazo muy parecido a los de Emmett – Pequeña te extrañé muchísimo. ¿Estás bien? ¿Cómo fue tu viaje? – Seth nos miraba divertido - ¿Qué tal Seth? ¿Cómo va todo?

En medio del caos, el ver una cara amable, de los viejos
tiempos, de alguien que ha sido algo importante en tu
historia, era algo para agradecerse. La presencia de Peter
en nuestra casa me alegró mi viejo corazón de hielo. lo abrazé
de inmediato dándo palmadas en su espalda, le sonreí, luego ante
su pregunta, lo obligué amablemente a buscar un rincón más privado
de la sala. No pude ocultarle mi preocupación y mi agotamiento.

_Peter, agradezco que estés aquí, tu sola presencia me reconforta y
me hace fuerte. No puedo negartelo, si, ellos vuelven, y es grave la
situación aunque incongruente, pero Peter, mi deber como amigo es
decirte, es muy grave la situación, aún puedes irte, no te comprometas
por mi.

Puse mi mano en su hombro, de verdad no quería que él fuera lastimado