Mi Regreso a casa con destellos de oscuridad y belleza

[Exclusivo Hanari]

Nunca me habia imaginado este momento, pero estaba completamente seguro de lo que queria y lo que tenia en mente era llevar a una mujer que se lograra inflitrar en mis pensamientos, su nombre... , como haberlo imaginado, era tan impredecible que me hacia estremecer...
Por fin estaba en casa de nuevo, por fin regresaba a mi hermoso castillo que tanto amaba y que significaba todo para mi, mi perfecto castillo de Bran, situado en mi lugar de origen, Brasov, Rumania.

Dormi todo el camino en avión, no me había percatado hasta que Louis me desperto. Bajamos y nos subimos a un carruaje antiguo, de esos guiados por caballos. Me sente lo más cerca a la ventana, pero sin soltar la mano de aquel hombre que me habia llenado de felicidad.
La ciudad era muy hermosa, como si se hubiera quedado en el pasado.
- Gracias - le dije cuando me ayudo a bajar. Observe el gran castillo que se levantaba frente a mi, jamás me imagine que cosas así aún existieran.
Caminamos en silencio hacia arriba y le sonrei cuando tome su brazo. - Si de afuera es hermoso, de adentro debe ser una verdadera maravilla. - Lo jale hacia adentro impaciente.

Entramos al Castillo, la tarde estaba sobre nosotros y la noche se asercaba pero no importaba pues el cielo estaba nublado impidiendo cualquier paso de luz hacia nosotros, pero como jamas lo dude ahora aquellos pensamientos regresaban a mi, ¿le podria esconder eternamente mi secreto?, el secreto que los vampiros tanto guarabamos... despues de que me conociera le tendria que contar y con ello no sabia aun lo que pasaria despues.
Detuve en ese instante mi mente y junto a Hanaria subimos por las escaleras que albergaban mi tan preciado Castillo, la terraza era el sitio adecuado para ver todo el sitio, nadie habia entrado desde hacia ya muchos años, ella era la primera al igual que la primer mujer que amaba despues de el comienzo de mi vida eterna, estaba orgulloso de ello por que en ella encontraba todo lo que pedia...

-¿que ta parece?- Le pregunte al oido en voz baja mientras la abrazaba por la cintura, el pasiaje era bello, pero aun mas su compañia, mi vista se quedo al frente queria que con ella todo fuer aperfecto, desde su primer alimento en mi casa, hasta el primer beso jamas dejaria atras los modales de mi padre, un caballero...

Spoiler:

Subimos las escaleras cojidos de la mano. Era como uno de mis sueños más hermosos, los que soñaba cuando era niña: Yo caminando por el castillo junto a mi principe azul; claro, con la variante de que Louis no era rubio ni iba vestido de blanco, pero era excesivamente más hermoso. Sonrei sin darme cuenta y llegamos a la terraza. La gran vista me impacto, pero más aún los brazos de él en mi cintura, mi respiración se detuvo y mi corazón luchaba por salirse de mi pecho. Respire hondo intentando calmarme para poder responderle.
-Si te dijera que es precioso, me quedaria corta - Sonrei y me voltee para quedarme justo enfrente de él, sin salirme de su abrazo. Y una vez más volvi a perderme en sus ojos, sin darme cuenta de la ligera distancia entre nosotros.

Se acercó a mi y mis ojos se cerraron por instino, esperando el momento en que nuestros labios hicieran contacto. Sólo un suave roce basto para que mi corazón se volviera loco y mi mente se desconectara de mi cuerpo. Quise profundizarlo, disfrutarlo; pero cuando lo pense sus labios ya estaban lejos de los mios. Sonrei al escuchar su disculpa; aún con los ojos cerrados. - No creo que te disculpes por lo que quisiera que lo hicieras. - Abri lentamente mis ojos y lo observe por un instante. ¿Qué habia hecho yo para merecer a ese dios que estaba frente mio? ¿O es que acaso la vida intentaba reponerme todo el daño que me habia causado? Mis ojos se fueron al suelo y se me hizo un nudo en la garganta al recordar por todo lo que habia pasado; incuyendo la razón por la que me fui lejos de mi familia.

Senti sus manso y el nudo en al garganta comenzó a hacerse más pequeño; pero aún sabia que si hablaba mi voz se quebraria. Movi mi cabeza de arriba hacia abajo, para hacerle entender que estaba bien, no confiaba en mi voz. Trage saliba y se me hizo mucho más dificil de lo que podia imaginar.Cuando lo logre el nudo habia desaparecido. - Estoy bien - Mi voz lejos de parecer segura sono como un susurro extraño. Levante mis ojos hacia los de él y sonrei, o por lo menos lo intente. - No habia estado tan bien en meses. - La sinceridad de mis palabras me abrumo. Nunca me habai dado cuenta de lo mal que estaba mi corazón hasta que Louis llego a sanarlo.

Despues de escuchar como su corazón volvia a estar normalmente bese su mejilla tiernamente y le mostre una sonrisa algo divertida -Confia ne mi- Le susurre al oido con delicadeza y elegancia antes de tomarla en mis brazos y caminar hacia la sala principal, ese momento fue unico... un momento que juro no cambiaria por nada mas, era como sentir que estaba junto a mi alma gemela, mi unico amor en esta vida eterna, ella parecia mi princesa que habia rescatado de un destino diferente aunque no estaba seguro cual seria mejor, entre mas me enamoraba de ella, mucho mayor era el dolor de saber que seria alguien como yo, tal vez todo se quedara en secreto pero al paso de los años... me dedique en disfrutar el momento con mi amada Hanari.

Al llegar a la Sala la deje calidamente en el suelo apenas se sintio el sonido de el roce entre ella y el piso, camine hacia el porta discos que tenia en el centro derecho de aquel sitio y coloque una cancion que siempre habia escuchado a solas, pero este era el momento de compartirlo con la mujer que amaba... "Romance", la tome por la cintura y le mostre una sonrisa amplia que parecio iluminarme por completo, y comence a bailar a su lado, tenia muchas cosas que mostrarle de la casa y tambien que decirle.

Me acurruque en su pecho cuando me levanto. - Lo hago, si no creeme que no me hubiera venido con un extraño. - Comenze a reir y todas mis tristezas quedaron atrás; Louis tenia un efecto en mi, como si fuera mi medicina y mi felicidad. Lo necesitaba para ser feliz, ya no habia otra foma de que pudiera seguir.
Comenzamos a bailar, tal y como lo habiamos hecho cuando nos conocimos, sólo que esta vez su sonrisa era mucho más grande, pero igualmente perfecta. - ¿qué problema tenemos nosotros con él baile, eh? - Mi sonrisa se ancho aún más y pude sentir como flotaba en el aire, no sabia si me habia sentido así la primera vez, tal vez estaba muy ocupada observando sus raros ojos.
Sus ojos. Volvi a mirarlo directamente, intentando captar cada detalle de ellos. - Tus ojos me gustan. - Gustar era quedarse corta, pero no se me ocurria alguna otra palabra.

Sonrei al sentir sus labios contra mi mejilla. - A lo que siempre me he limitado es a no salir del ritmo, y creo que no lo logro. - Rei y recorde todos aquellos momentos con mi familia, en los que todos bailaban alegremente y papá siempre me decia que tenia dos piez izquierdo y yo me molestaba. Una sonrisa se curvo en mis labios.
Su voz sono tan perfecta como siempre, pero note algo raro en su voz. No podia definir bien que era. Vi como hablaba con la señora de la limpieza y le decia algo que no llegue a escuchar. Las sorpresas... cuanto tiempo que no sentia ese miedo.
Sus labios chocaron con los mios, dejandome otra vez con esa sensación de querer más. - Escuchame... - Mis ojos volaron a los suyos. - Soy sensible con las sorpresas ¿si? Asi que moderate. - mis palabras se chocaron unas con otras. De veras que las sorpresas no eran mi fuerte.

Sonrei no muy convencida, pero me guarde mis comentarios. Llegamos al comedor, un lugar espacioso y magistral, de esos que te hacian sentirse verdaderamente chiquita cuando estabas ahi. Me dejó en una silla y se sentó al otro extremo.
Comenzé a pensar mi respuesta a sus preguntas. - El castillo y el ambiente me hacen sentirme chiquita y que deberia estar usando un vestido largo o algo por el estilo. - Rei suavemente, pero en realidad a mi todo esto me parecia sacado de un cuento, de esos antiguos. Un sueño del cual en algún momento tendria que despertar. - Y tú... pues... prefiero guardarme mi opinión.- le guiñe el ojo, tal y como él lo habia hecho. Baje mis ojos y me rei disimuladamente. Él era lo mejor de todo esto, mi principe azul.
Fruncí el seño gracias al nuevo pensamiento que habia asotado mi mente. - ¿Por qué te sientas tan lejos? No muerdo... - Le dedique una sonrisa, dandole a entender con mis ojos que ansiaba su cercanía.

Rei un poco por su ultimo comentario, di un suspiro que apenas uno de los de mi "especie" pudo escuchar estando presente, pero en este caso no fue asi, reacomode mi camisa y me levante de mi asiento caminando lentamente hacia ella, a pocos metros le sonrei y la silla que estaba a su lado fue mi sitio en donde tome asiento.
-Es solo que habia estado muy acostumbrado a ese lugar, pero estando tu aqui, tus deseos son ordenes mi princesa- Le guiñe un ojo con cierta expresion que denotaba en mi el amor que estaba creciendo hacia ella, mi preciosa humana de la cual en una sola noche me habia terminado por enamorar y lo seguia siendo, era inevitable eso.
La cocinera entro a la sala con un movimiento agil dejando frente a nosotros la cena que habia preparado, se le notaba muy interesada en Hanari, y su mirada era extraña, jamas habia traido a una chica a el castillo y la habia invitado a cenar, mis victimas no pasaban mas alla de el primer piso, en donde desaparecian, eso jamas pasaria con ella.
Mi mirada hacia la cocinera fue fulminante dejando ver mi enojo hacia ella por tal imprudencia, se retiro rapidamente y yo mire los alimentos, se veian delicadamente preparados, pero a mi gusto no tenian sabor.
-Adelante linda, el primer plato es comida de mi favorita, Rumana, debes acostumbrarte a ella, y los dos siguientes creo y si no estoy equivocado son latillos franceses- Le dije señalando toda aquella comida, era demasiada para dos personas pero no podia dejr atras una buena presentacion...

Lo mire por un segundo. - Sí estabas tan acostumbrado a ese sitio, entonces yo me hubiera sentado a tu lado. - Le sonrei, y una vez que se hubo sentado, coji entrelaze mi mano izquierda con una de las suyas. Por un momento senti como si hubieramos estado separados por días, o por lo menos por una distancia mucho más grande. Sonrei para mi misma, cada día me volvia más dependiente a ese ser tan maravilloso que tenía a mi lado.
Entró la cocinera y él la miró como si fuese a asesinarla por mirarme. Al parecer no estaba acostumbrada a ver mucha gente además de Louis. - Hey... - lo llamé para que me mirara a los ojos. - No mires así a la señora, va a tener miedo de hablarme. - Intente que mi voz sonara dura y decidida, pero me perdi una vez más en sus ojos y volvi a sonreir mientras obseraba los platos. Probé el primero, realmente exquisito. - Umh... que rico. - Por un momento recorde como sabian los platos de mi abuela. - Louis... cuando terminemos de comer, hasme recordar llamar a mi casa. - Sonrei con la idea de que aquella casa en América ya no era mi hogar. - Por favor.

Segui comiendo hasta que escuche su voz dirigiendose a mí de nuevo. Mastique y tome un poco de agua, pensando y meditando las palabras correctas - Dentro de un tiempo me encantaría. - No me quede convencida con lo que había dicho, por lo que agregué. - No es que me aterre la idea ni nada por el estilo, no soy ese tipo de chicas, pero... - Jugue un poco con mi comida, moviendola de un lado a otro en el plato. - Mi familia no tiene una muy buena imagen de mis elecciones. - Sonreí sin alegría, recordando lo horrible que había terminado mi última relación. - Esperaremos un poco más ¿esta bien? - Quise sonreir, pero los recuerdos me golpearon en la cara y el nudo en la garganta se hizo cada vez más grande

Quise decirle que sí, que todo estaba bien y seguir comiendo, pero las lágrimas acumuladas me impedian hablar. Asentí con mi cabeza, aunque ya las lágrimas caían por mi rostro. Voltee a mirarlo y me perdi por un imstante en aquellos ojos que en tan poco tiempo habían logrado cautivarme. Estaba preocupado, intrigado más que todo. - Tranquilo.- Me limpie las lágrimas que salían de mis ojos. - A veces los recuerdos te chocan cuando menos te lo esperas... - Mi voz se volvió a cortar por el llanto. - ¿Me das un abrazo por favor? - Habían momentos como este en el que me sentía frágil, recordando todo lo que me había llevado a salir de casa.

Pude escuchar el cambio tan dastrico que dio su corazon de un momento a otro, no pude evitar la sensacion que recorrio mi cuerpo entero, el deseo de querer ayudarla, de querer parar su sufrimiento, esos recuerdos tan malos que la habian echo ponerse asi, aunque ahora notaba lo dificil que seria...

Me aserque a ella y la tome en mis brazos, sintiendo su cuerpo junto al mio, mi mirada quedo en el suelo, el frio de mi piel no la ayudaria mucho.. no sabia que hacer ante estos momentos, nunca estuve con una humana, jamas se me habia ocurrido, solo queria que se sintiera bien, que fuera feliz, y yo daria todo por que ella lo fuera, daria cada parte de mi.

-Estoy a tu lado mi princesa, no te voy a dejar sola, vas a contar conmigo por siempre... nunca estaras sola, te amo...- Dije con el corazon en la mano, regalandole cada una de mis palabras.

Me abrace fuertemente a él, intentando calmar las lágrimas que salian de mis ojos. Su contacto era frio, pero mucho más calido que ningun otro. Me quede ahi pro un momento, con al cabeza hundida en su pecho, tratando de detener los escalofrios que recorrian mi cuerpo. ¿Por qué cuando comenzaba a ser feliz los recuerdos tenian que aparecer asi?

- ¿Lo prometes? - Me senti tan insegura, fragil y destrozada por el pasado. - Yo tambien te amo. - Tome su cara entre mis manos y choque mis labios con los suyos. La palabra electricidad en el más profundo sentido apareció entre nosotros.

Me separe un poco de él, hundiendome como de costumbre en esos ojos tan hermosos y particulares. Sonrei, mientras que me secaba las lágrimas que aún quedaban en mis mejillas. - Lo lamento mucho, pero ya no soy lo suficientemente fuerte como para alejarme de ti. - Comenze a reirme bajo, la alegría que él me daba simplemente me hacia olvidar todos los problemas, el pasado...

Regrese a mi antigua posición y comi un bocado más de mi plato. - En serio, esto esta delicioso. - Me era casi impoisble dejar de sonreir cuando estaba a su lado - Es un alivio que tengamos a una cocinera tan buena si queremos seguir vivos. - Mis habilidades en la cocina nunca habian sido nada buenas.